Pregúntale a cualquier padre o madre y seguramente te dirá que no hay nada que no haría por su hijo o hija.
El día que nos convertimos en madre o padre, nuestras vidas cambian de maneras indescriptibles. Aceptamos que pasaremos el resto de nuestro tiempo en esta tierra cuidando, apreciando y preocupándonos por la nueva vida que hemos dado al mundo.
Y, sin embargo, lamentablemente, hay cosas que ningún padre puede prevenir. Los accidentes y las enfermedades son tan parte de la vida humana como la alegría y la celebración, y cada año demasiados niños sufren situaciones y dolencias que escapan por completo a su control.
El mundo de Alina y Aaron Edwards cambió el día que supieron que a su hija de nueve años, Emma, le habían diagnosticado leucemia linfoblástica aguda. Aunque obviamente desconsolados, se aferraron desesperadamente a la esperanza de que pudiera vencer el cáncer, solo para recibir un golpe devastador cuando, tras unos meses, los médicos les dijeron que no podían hacer nada más para salvar la vida de Emma.
Los padres de Emma, angustiados, decidieron que harían todo lo posible por cumplir los deseos de su hija con el tiempo que les quedaba.
Ahora bien, no hace falta decir que la gran mayoría de los niños desearían la oportunidad de conocer a un héroe famoso en tales circunstancias, tal vez ir a Disneylandia o acompañar a su deportista favorito en el campo.
El deseo de Emma, sin embargo, era muy diferente. Pidió casarse con su novio, DJ, también de tan solo diez años.
En poco tiempo, la causa de Emma atrajo mucha atención en su comunidad local. El grupo de voluntarios y simpatizantes adoptó el nombre de “Emma’s Army”, así como el objetivo de hacer realidad los sueños de esta pequeña antes de que llegara su hora.
Finalmente, la Fundación Make-A-Wish intervino para ayudar a la familia de Emma a recaudar fondos. La madre de Emma, Alina, explicó: “La mayoría de los niños quieren ir a Disneylandia, pero Emma quería casarse, ser esposa y tener tres hijos”.
De hecho, según informes, la “boda” no era la primera vez que Emma y DJ intentaban casarse. Los dos jóvenes habían intentado casarse en la escuela cuando tenían ocho años, e incluso eligieron a sus respectivas damas de honor y padrinos de boda entre sus compañeros de clase. Sin embargo, para desgracia de Emma y DJ, su profesora no permitió la boda, por muy informal que fuera.
Sin embargo, su segundo intento de boda contó con el consentimiento de sus padres y el apoyo de un gran número de personas bondadosas, decididas a que Emma pudiera vivir su día especial.
“Lo organizamos en menos de dos días; al final, todo fue donado. Fue tan precioso y todo salió de maravilla”, reveló Alina.

Cuando llegó el gran evento, se grabó en video, con entrevistas a algunos de los asistentes, incluido el novio, DJ.
“Pensé que era la persona más hermosa que jamás había visto. Desde que la amé”, dijo DJ.