Cuando Jessica acepta una cena del Día del Padre con ambas familias, espera que haya civismo, quizá incluso conexión. Pero la obsesión de una mujer por el linaje convierte la celebración en acusación. A medida que afloran verdades enterradas ella descubre hasta dónde puede llegar el amor… y lo que realmente significa elegir a las personas que llamas familia.

 

Desde el momento en que conocí a James, supe que su madre iba a ser un problema.

Y no fue algo lento. Evelyn entró con una nube de perfume tan espesa que ahogó el aire, me llamó “Jennifer” dos veces y luego se agarró al brazo de James como si estuviera a punto de embarcarse durante meses.

Primer plano de una mujer pensativa | Fuente: Midjourney

Casi me dan arcadas cuando se inclinó hacia él y le arrulló.

“¡Ninguna mujer te querrá nunca como yo, Jamesy!”, dijo.

Estuve a punto de salir por la puerta. Al final, supe que debería haber confiado en mis instintos.

Una mujer mayor sonriente | Fuente: Midjourney

Pero James… era amable. Era de voz suave. El tipo de hombre que dobla la ropa limpia y canturrea para sí mismo mientras lo hace. Me enamoré de él sabiendo perfectamente que venía con equipaje.

Solo que no sabía que ese equipaje tendría tamaño humano y nos haría vivir una montaña rusa emocional.

Evelyn enviaba mensajes de texto constantemente en aquellos primeros años. Sus mensajes eran siempre perlas pasivo-agresivas.

Una mujer mayor utilizando su teléfono | Fuente: Midjourney

“No publicaste fotos de nuestro almuerzo, Jessica. Supongo que no formo parte de la estética perfecta”.

“James me dijo que tenía antojo de cordero asado, ¿supongo que no podrías sacar tiempo de tu… ajetreado día para prepararlo?”.

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